viernes, 23 de octubre de 2015

CONCEJOS ASTURIANOS: CANGAS DEL NARCEA

Edad media y moderna.
En el 569 esta zona aparecía como parroquia en el llamado parroquial suevo. Una vez derrotado el reino suevo por los visigodos, dos de sus monarcas, Gundemaro y Sisebuto, acuñaron moneda, probablemente durante las campañas de pacificación del norte peninsular, en una ceca denominada pésicos, pueblo celta prerromano que habitaba esta zona y que se había romanizado parcialmente.
Al lugar de Llamas del Mouro ha sido tradicionalmente atribuida la victoriosa emboscada preparada por Alfonso II en Lutos, según el decir de las crónicas, contra las tropas musulmanas de Hixam I, en retirada tras la aceifa del 794 dirigida contra Oviedo. Sin embargo, hipótesis más recientes y habitualmente aceptadas identifican aquel lugar con Los Lodos, en el actual concejo de Grado, lo cual es más comprensible ya que por allí pasa el Camino Real del Puerto de la Mesa.
Las primeras menciones escritas que se refieren con concreción a algunos lugares cangueses se hallan envueltas en el irresoluto problema de determinar qué noticias son aplicables a las fechas que indican los documentos pelagianos y cuáles son invenciones creadas en el siglo XII, algo que afecta a la mayor parte de la documentación catedralicia procedente del scriptorium del obispo Pelayo. Ejemplo de ello son los falsos textos de 896, 905 y 912, que otorgan amplísimas concesiones a la Iglesia, algunas de ellas aquí como Santa María del Moral y San Cristóbal de Roboreto, en 896; el monasterio de San Martín, junto a Cangas, en 905; y una extensísima relación en el último, que entre villas, monasterios, iglesias y sus dependencias, contabiliza más de una cuarentena de lugares del actual término de Cangas del Narcea.

En el siglo XIII, fue Alfonso X el que, con su programa de repoblación, funda una puebla a la que se llama Cangas de Sierra en 1255, centralizándose aquí la actividad administrativa y económica de esta zona.
La baja Edad Media trajo para el concejo de Cangas el paso por diferentes manos señoriales, como un modo de traer el apoyo de éstos a la corona. Fue Alfonso XI el que dio una serie de privilegios a la gente de la zona y al monasterio de San Juan de Corias, para evitar el despoblamiento de la zona.
Los siglos XIV y XV están marcados por diferentes tipos de luchas, hasta caer el concejo en manos de la poderosa familia Quiñones, siendo restituido más tarde a la corona por Enrique III, pero aun así hubo diferentes enfrentamiento entre los corregidores mandados por la corona y la familia Quiñones, que ahora ostentaban el condado de Luna, que acaba en un pleito que se resolvió en 1553 a favor del rey, consiguiendo Cangas su autonomía, con jurisdicción ordinaria de realengo.
La Edad Moderna traerá grandes cambios, tanto territoriales como administrativos, destacando la desamortización de Felipe II, que no logró derrumbar el poderío del monasterio de San Juan de Corias, que ya había ido perdiendo influencia y algunas tierras en los años anteriores, pero que seguía teniendo su influencia sobre un vasto territorio.
En los siglos XVI y XVII, el concejo de Cangas del Narcea pasa a formar parte de la Junta General del Principado. En este siglo, la dedicación del concejo es principalmente ganadera y agrícola.
En el siglo XVIII hay que destacar una actividad antiseñorial por los abusos cometidos por la nobleza, mandando un memorial al rey con todas las quejas. Este fue un largo proceso que continuará en la Audiencia de Oviedo y en el Consejo de Castilla, hasta lograr la abolición de todos los derechos señoriales.
Siglo XIX en adelante.
El siglo XIX trae la guerra de la Independencia y el concejo fue invadido dos veces, con el incendio de su archivo y ayuntamiento. Pero lo más importante de esta época fue la desamortización de Mendizábal, que acabó completamente con el monasterio de San Juan de Corias, vendiéndose todo su patrimonio y quedando el monasterio abandonado durante treinta años, hasta que fue de nuevo ocupado por una comunidad de dominicos. En este siglo Cangas seguía dentro de su tradicional aislamiento, ampliado por la falta del ferrocarril, aunque a pesar de todo, la villa de Cangas empezó a tener un gran crecimiento debido a otro tipo de comunicación como fueron las carreteras Espina-Ponferrada, Cangas-Oviñana y Puente Nuevo.
El siglo XX traerá en sus comienzos un cambio de nombre; la corporación de Cangas de Tineo lo cambia por Cangas del Narcea. Esto fue debido a que la villa es ya el centro de todo este territorio y no quiere tener una dependencia de Tineo. La Guerra Civil no influyó en Cangas, pero sí la posguerra, ya que en estos lugares las partidas de guerrilleros republicanos se seguirían resistiendo. A partir de los años 1950 este concejo desarrollará su actividad minera produciendo más de la mitad de la producción regional de antracita, que en las últimas décadas de este siglo trajo un fuerte recorte en su producción, teniendo una reducción del 30% en el 2005 por los planes de reconversión.
A finales del siglo XIX se produce una emigración masiva de Cangueses hacia Argentina y en menor proporción a Cuba. Al inicio del siglo XX aumenta el número de emigrantes a Argentina. La colectividad Canguesa crea en Buenos Aires el Centro Cangas del Narcea, que sigue existiendo hasta el día de hoy. La emigración a América del Sur finaliza en la década de 1960. En esta época empieza el gran flujo migratorio hacia Europa, sobre todo a Suiza y en menor número a Francia.

Citas Célebres:
“Debemos obrar, no para ir contra el destino, sino para ir delante de él.” 
"Para el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los sacrificios."
“El dinero no nos proporciona amigos sino enemigos de mejor calidad.” 
“Un hombre de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido.” 
"Para tener éxito debemos hacer todo lo posible por parecer exitosos."
“Una sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.”  
“Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.”
“Cuando estés irritado, cuenta hasta diez antes de hablar, si estás airado, cuenta hasta cien.” 
“El amor propio es el más peligroso de los consejeros.” 
“El peor de los pecados de la instrucción es ser aburrida.” 
“La alegría que nace del bien es seria, mientras que la que nace del mal va acompañada de risas y burlas.” 
“A dos cosas hay que acostumbrarse, so pena de hallar intolerable la vida: a las injurias del tiempo y a las injusticias de los hombres.” 
“La peor de las democracias es mil veces preferible a la mejor de las dictaduras.” 
“Se quiere más lo que se ha conquistado con más fatiga.” 
“El que sabe conocerse a sí mismo es dueño de sí.” 

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