Edad
media y moderna.
En el 569 esta zona
aparecía como parroquia en el llamado parroquial suevo. Una vez derrotado el
reino suevo por los visigodos, dos de sus monarcas, Gundemaro y Sisebuto,
acuñaron moneda, probablemente durante las campañas de pacificación del norte
peninsular, en una ceca denominada pésicos, pueblo celta prerromano que
habitaba esta zona y que se había romanizado parcialmente.
Al lugar de
Llamas del Mouro ha sido tradicionalmente atribuida la victoriosa emboscada
preparada por Alfonso II en Lutos, según el decir de las crónicas, contra las
tropas musulmanas de Hixam I, en retirada tras la aceifa del 794 dirigida
contra Oviedo. Sin embargo, hipótesis más recientes y habitualmente aceptadas
identifican aquel lugar con Los Lodos, en el actual concejo de Grado, lo cual
es más comprensible ya que por allí pasa el Camino Real del Puerto de la Mesa.
En el siglo XIII,
fue Alfonso X el que, con su programa de repoblación, funda una puebla a la que
se llama Cangas de Sierra en 1255, centralizándose aquí la actividad
administrativa y económica de esta zona.
La baja Edad
Media trajo para el concejo de Cangas el paso por diferentes manos señoriales,
como un modo de traer el apoyo de éstos a la corona. Fue Alfonso XI el que dio
una serie de privilegios a la gente de la zona y al monasterio de San Juan de
Corias, para evitar el despoblamiento de la zona.
Los siglos XIV y
XV están marcados por diferentes tipos de luchas, hasta caer el concejo en
manos de la poderosa familia Quiñones, siendo restituido más tarde a la corona
por Enrique III, pero aun así hubo diferentes enfrentamiento entre los
corregidores mandados por la corona y la familia Quiñones, que ahora ostentaban
el condado de Luna, que acaba en un pleito que se resolvió en 1553 a favor del
rey, consiguiendo Cangas su autonomía, con jurisdicción ordinaria de realengo.

En los siglos XVI
y XVII, el concejo de Cangas del Narcea pasa a formar parte de la Junta General
del Principado. En este siglo, la dedicación del concejo es principalmente
ganadera y agrícola.
En el siglo XVIII
hay que destacar una actividad antiseñorial por los abusos cometidos por la
nobleza, mandando un memorial al rey con todas las quejas. Este fue un largo
proceso que continuará en la Audiencia de Oviedo y en el Consejo de Castilla,
hasta lograr la abolición de todos los derechos señoriales.
Siglo
XIX en adelante.
El siglo XIX trae
la guerra de la Independencia y el concejo fue invadido dos veces, con el
incendio de su archivo y ayuntamiento. Pero lo más importante de esta época fue
la desamortización de Mendizábal, que acabó completamente con el monasterio de
San Juan de Corias, vendiéndose todo su patrimonio y quedando el monasterio
abandonado durante treinta años, hasta que fue de nuevo ocupado por una
comunidad de dominicos. En este siglo Cangas seguía dentro de su tradicional
aislamiento, ampliado por la falta del ferrocarril, aunque a pesar de todo, la
villa de Cangas empezó a tener un gran crecimiento debido a otro tipo de
comunicación como fueron las carreteras Espina-Ponferrada, Cangas-Oviñana y
Puente Nuevo.
El siglo XX
traerá en sus comienzos un cambio de nombre; la corporación de Cangas de Tineo
lo cambia por Cangas del Narcea. Esto fue debido a que la villa es ya el centro
de todo este territorio y no quiere tener una dependencia de Tineo. La Guerra
Civil no influyó en Cangas, pero sí la posguerra, ya que en estos lugares las
partidas de guerrilleros republicanos se seguirían resistiendo. A partir de los
años 1950 este concejo desarrollará su actividad minera produciendo más de la
mitad de la producción regional de antracita, que en las últimas décadas de
este siglo trajo un fuerte recorte en su producción, teniendo una reducción del
30% en el 2005 por los planes de reconversión.
A finales del
siglo XIX se produce una emigración masiva de Cangueses hacia Argentina y en
menor proporción a Cuba. Al inicio del siglo XX aumenta el número de emigrantes
a Argentina. La colectividad Canguesa crea en Buenos Aires el Centro Cangas del
Narcea, que sigue existiendo hasta el día de hoy. La emigración a América del
Sur finaliza en la década de 1960. En esta época empieza el gran flujo
migratorio hacia Europa, sobre todo a Suiza y en menor número a Francia.
Citas Célebres:
“Debemos
obrar, no para ir contra el destino, sino para ir delante de él.”
"Para
el logro del triunfo siempre ha sido indispensable pasar por la senda de los
sacrificios."
“El dinero
no nos proporciona amigos sino enemigos de mejor calidad.”
“Un hombre
de carácter podrá ser derrotado, pero jamás destruido.”
"Para
tener éxito debemos hacer todo lo posible por parecer exitosos."
“Una
sucesión de pequeñas voluntades consigue un gran resultado.”
“Para no ser
los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con
vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.”
“Cuando
estés irritado, cuenta hasta diez antes de hablar, si estás airado, cuenta
hasta cien.”
“El amor
propio es el más peligroso de los consejeros.”
“El peor de
los pecados de la instrucción es ser aburrida.”
“La alegría
que nace del bien es seria, mientras que la que nace del mal va acompañada de
risas y burlas.”
“A dos cosas
hay que acostumbrarse, so pena de hallar intolerable la vida: a las injurias
del tiempo y a las injusticias de los hombres.”
“La peor de
las democracias es mil veces preferible a la mejor de las dictaduras.”
“Se quiere
más lo que se ha conquistado con más fatiga.”
“El que sabe
conocerse a sí mismo es dueño de sí.”
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