Mostrando entradas con la etiqueta Postguerra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Postguerra. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de mayo de 2015

TRANSICIÓN

Con la llegada de la democracia a España, se creá el Consejo Regional de Asturias como órgano provisional preautonómico, presidido por Rafael Fernández Álvarez. El 30 de diciembre de 1981 se aprueba el Estatuto de Autonomía de Asturias, que determina la creación de la comunidad autónoma uniprovincial del Principado de Asturias.

En mayo de 1983 se celebran las primeras elecciones autonómicas. Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos, del PSOE, resulta elegido Presidente del Principado de Asturias.
Este periodo está marcado en Asturias por una fuerte reconversión industrial. Prácticamente todos los sectores se ven afectados por recortes de plantilla y cierres.
De 1991 hasta la actualidad.

A Pedro de Silva le sucede Juan Luis Rodríguez-Vigil (PSOE) en 1991, que tiene que dimitir en 1993 por caso del Petromocho. Antonio Trevín asume el cargo de Presidente del Principado.
En las elecciones de 1995 el Partido Popular consigue la mayoría simple en la Junta del Principado de Asturias y es elegido Presidente Sergio Marqués. En 1998, por diferencias de criterio con su partido, Sergio Marqués abandona el Partido Popular y funda la Unión Renovadora Asturiana, gobernando en minoría hasta las elecciones de 1999.
En 1999 el PSOE obtiene la mayoría absoluta y Vicente Álvarez Areces es nombrado Presidente del Principado de Asturias. Desde el 22 de julio del 2003 gobierna con el apoyo de IU.
En 2007 de nuevo gana el PSOE las elecciones y pesar de no conseguir mayoría absoluta, de nuevo forma gobierno, siguiendo como presidente Vicente Álvarez Areces "Tini"
Actualmente, aún afectado por la reconversión industrial, el Principado intenta potenciar el sector servicios, especialmente el turismo.



sábado, 23 de mayo de 2015

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Asturias en la Guerra Civil.
Durante la Guerra, Asturias quedo aislada del gobierno central y tuvo que formar su propia Administración. Oviedo estuvo ocupada por el coronel Aranda, de los nacionales, que la mantuvo hasta el final con la ayuda del pasillo del Escamplero y el Naranco por donde llegaba el abastecimiento. En Gijón gobernaban la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y la Federación Anarquista Ibérica (FAI), no existía moneda y había cierta descoordinación de las tropas entre el frente y la retaguardia. En esa ciudad, se proclamó el 25 de agosto de 1937 el Consejo Soberano de Asturias y León. En octubre del mismo año varias columnas procedentes del frente de Villaviciosa entraron en Gijón sin casi resistencia y rompieron el cerco de Oviedo.
El conflicto se prolongará durante quince meses, en los que los principales combates se librarán en tomo a la capital, asediada por los milicianos y en los límites de la región, Eo, Deva y costa del Cantábrico por donde las ofensivas del ejército nacional pretenderán liberar el cerco a la ciudad.
La sublevación.
Tras el alzamiento, las fuerzas gubernamentales no conseguirán imponerse en la totalidad de la provincia, a pesar de que son mayoría, debido al apoyo del jefe del ejército en Oviedo, coronel Aranda a los sublevados.
El coronel Aranda retrasará su decisión de su apoyo al alzamiento hasta el 19 de julio, tomándose el tiempo suficiente para conseguir varios objetivos:
1. Hacer creer a las autoridades republicanas su fidelidad al régimen.
2. Evitar el reparto de armas, ordenado por Madrid, entre los obreros y mineros que las reclamaban.
3. Alejar a los mineros armados que rápidamente salieron en defensa de la capital Madrid.
4. Reunir al grueso de las fuerzas militares y Guardia Civil de la provincia en Oviedo para su defensa, que sumarían unos 3.200 hombres a los que se sumarían después voluntarios falangistas.
Mientras tanto el coronel Pinilla, animado por Aranda, sublevará los cuarteles de Gijón.
De julio a octubre del 36.
Ambos bandos fijaron sus objetivos para el gobierno republicano acabar rápidamente con los focos rebeldes, para los nacionales resistir hasta la llegada de la ayuda de la columna gallega. En el bando gubernamental, al igual que había ocurrido entre los golpistas durante la Revolución de 1934, surgen en los primeros días Comités que a las pocas semanas constituyen el Comité Provincial con sede en Sama de Langreo, cuyas principales tareas serán:
1. Organizar las milicias.2. Mantener los abastecimientos
3. Mantener la disciplina y el orden
4. Incautar las fábricas y tierras, necesarias o abandonadas.
5. Cancelar impuestos.
La unión del Comité Provincial con el cenetista Comité de Guerra creado en Gijón, tras el levantamiento, dará lugar a la formación de un nuevo Comité Provincial, que pronto pasará a llamarse Consejo Interprovincial de Asturias y León con sede en Gijón, dirigido por Belarmino Tomás y en el que participarán miembros del PSOE, PCE, Izquierda Republicana y |CNT.
Los sublevados de los cuarteles de Gijón serán derrotados tras 33 días de asedio a pesar de la ayuda prestada por el crucero Almirante Cervera que desde la costa bombardea la ciudad. El último reducto de Simancas caerá el 21 de agosto.
A partir de entonces Oviedo queda incomunicado, situación que se prolongará hasta el 17 de octubre, fecha en la que las tropas gallegas dirigidas por el coronel Tejeiro, penetran en la ciudad a través del pasillo abierto desde Grado por el Escamplero.
Los milicianos que sitiaban el centro fueron incapaces de asaltar las últimas defensas a pesar de la ofensiva llevada a cabo en los primeros días de este mes.
De octubre del 36 a septiembre del 37.
La llegada de la columna gallega a Oviedo abrirá una crisis entre anarquistas y comunistas dando lugar al cambio de algunos consejeros y a fijar como necesidad fundamental anteponer la victoria militar sobre la revolución social.
Para evitar la actuación incontrolada del "terror rojo" de períodos anteriores se crea el Tribunal Provincial Popular. Mientras tanto Oviedo recibe más ayudas gracias al "pasillo" abierto, mejoran las duras condiciones de vida de los sitiados y aumenta el número de encarcelados y represaliados que en los primeros meses habían sido pocos.
En febrero del 37 se lleva a cabo una nueva ofensiva en la que participan batallones asturianos y vascos con armamento soviético. Se salda con un nuevo fracaso a pesar de que se consigue penetrar en la ciudad. A las autoridades nacionales, en estos momentos, les interesaba más la ocupación de Vizcaya que la liberación de Asturias.
En agosto una nueva ofensiva republicana se dirige ahora hacia el "Pasillo de Grado" pretendiendo con ello estrangular la ayuda material que llegaba a la capital, tampoco tiene éxito.
La caída de Vizcaya y el rápida ofensiva rebelde hacia Santander, afecta a los batallones que asedian Oviedo que son destinados a Ca
ntabria (ver batalla de Santander). Cuando Santander cae, el Consejo se proclama soberano ante la crítica situación, con el voto en contra del PCE y de las Juventudes Socialistas Unificadas y la indignación gubernamental. El Consejo nombra nuevos jefes militares, restringe libertades y amplia la jornada laboral "por necesidades de la guerra".
El avance nacionalista continua rápidamente encontrando una dura oposición en El Mazucu (Posada de Llanes) donde participan anarquistas como Higinio Carrocera. El 1 de octubre se entra en Covadonga.La ayuda republicana es cada vez menor, solo queda resistir las ofensivas que ahora se incrementan con un nuevo frente por el Sur, por donde penetran hombres y pertrechos sin apenas resistencia. El día 18 de octubre cae Villaviciosa y el 21 Gijón, toda Asturias y todo el norte queda en manos nacionalistas.
La desmoralización en los días anteriores en Gijón es total, muchos de los más significativos dirigentes huyen desde el Musel, lo que provoca innumerables deserciones y el "sálvese quien pueda". Barcos de la Armada, mercantes e incluso pesqueros se emplean en la evacuación de soldados y civiles (algunos consiguen salvar el bloqueo nacional, otros son apresados y alguno como el destructor Ciscar es hundido en el propio puerto). Otros republicanos huyen hasta Cataluña y algunos se echan al monte formando grupos de guerrilleros o "maquis" que perduran durante algunos años.
La posguerra.
Consecuencias de la guerra en Asturias:
Innumerables pérdidas materiales, industrias, campos arrasados (la producción descendió en los años sucesivos a niveles por debajo de los alcanzados antes de la República entre un 20 y 29 %).
Hambre y enfermedades (tuberculosis).
Edificios destruidos (en Oviedo las 3/5 partes, entre ellos sufrieron graves deterioros la catedral y numerosas iglesias y conventos.
Se cifran en más de 16.000 los muertos, 11.500 en combate (El número de muertos en Asturias solo es superado por Madrid) y más de 5.000 represaliados.
Más de 2.000 encarcelados durante los primeros años de los 40 en cárceles o campos de trabajo.
Varios miles de exiliados.
En la posguerra mucha de la población obrera permanecía encarcelada o había huido a las montañas lo que obligó al mantenimiento de una fuerza militar en la región. Pero con la declaración de la Segunda Guerra Mundial en 1939 el carbón y la industria metalúrgica tomaron una importancia extraordinaria lo que impulsó el resurgimiento de la región.

OTRAS POCAS MAS DE ROSAS