Historia.
La primera
presencia humana se puede atribuir a los tiempos neolíticos y al comienzo de la
edad de los metales, atribuyéndose a este último marco dos estructuras
neolíticas cerca de Boo. La comunidad asentada aquí nos ha legado útiles e
instrumentos de su actividad, en concreto, se hallaron dos puñales, uno de
espiga y otro alabardado.
La época de
bronce, aparece representada por un brazalete del mismo metal encontrado cerca
de Cabañaquinta. También destacaremos el mayón de la Corralá, aunque tiene una
incierta atribución cronológica y es un monolito de arenisca hincado en el
suelo verticalmente, su forma nos recuerda representaciones fálicas, contiene
diversos motivos grabados: cruces, cazoletas y una figura humana.
Ayuntamiento del
concejo de Aller.La Alta Edad Media supone contar con las primeras noticias
escritas sobre diversos lugares alleranos. Una primera referencia la
encontramos en un documento de la catedral ovetense, supuestamente del año 857
que hace referencia a un afluente del río Ayer. En el periodo de vigencia del
reino astur encontramos documentos que nos hablan del crecimiento espacial del
valle. Las fuentes arqueológicas datan el poblamiento de estos lugares en los
siglos IX y X, como así nos lo demuestran las inscripciones de la iglesia de
San Vicente de Serrapio, que data del año 894, y la iglesia de San Julián de
Llamas que cuenta con un epígrafe que sitúa su primitiva construcción en el año
940. A partir del siglo XI, la organización espacial de la comarca aparece
mucho más definida, como lo demuestra un documento en el que un tal Senior y su
mujer Olimpia, ceden una serie de propiedades para la fundación de un hospital.
Es en el periodo
bajomedieval donde hay modificaciones en la estructura del poblamiento del
valle, concretamente durante el reinado de Alfonso X, en el que la puebla de
Aller pertenece al elenco de nuevas villas creados por este rey. A partir de
entonces la corporación allerana comienza a funcionar de forma regular y se
registran los primeros cargos concejiles.
De todas formas
es de sobra conocida la escasez de estudios durante los llamados siglos
modernos, y pocos son los datos que nos permiten individualizar su evolución. A
partir del siglo XVIII los datos de Hacienda y del Archivo Histórico Nacional,
nos revelan un poderosísimo sector ganadero, cuya cabaña en todas sus
modalidades se cuenta entre las más numerosas de Asturias. Otra de las
actividades que tuvieron su despegue en esta época fue la comercial,
especialmente atractiva por su situación de enclave en el itinerario entre
Asturias y la Meseta.
La hulla allerana
recibirá un importante impulso ante las facilidades para conectar el valle de
Aller con la principal vía asturiana, su historia fue de un constante
crecimiento. Pasado por la Guerra Civil Española, el concejo de Aller quedo
enclavado como el resto del sector centro-oriental en la zona republicana,
situación en la que permaneció hasta casi la definitiva caída del frente norte
peninsular.
Paradójicamente
la posguerra, con su autarquía económica, favoreció el resurgir de la actividad
minera, apareciendo nuevas modalidades de extracción, debido al progresivo
agotamiento de las minas de montaña, circunstancia que obligó a la explotación
de los pozos, concentrándose la población aún más en el fondo de los valles y
proliferando las construcciones de barriadas de protección oficial.
Todo esto ha
traído un cambio significativo en los pueblos, pues muchos de ellos fueron
abandonados en las laderas de las montañas, como fue el caso de Boo, lo que
llega a provocar un desajuste en la organización administrativa existente,
creándose nuevas parroquias como fue el caso de Caborana.
La nueva política
económica aperturista gravará la crisis económica del carbón que dará lugar a
la creación de Hunosa en 1967, resultante de la intervención estatal. A partir
de entonces, la actividad económica allerana entra en evidente declive, sólo
ralentizada por las buenas perspectivas que las tierras altas ofrecen, para el
sector turístico.
Citas Célebres:
“Ningún
lugar en la vida es más triste que una cama vacía.”
“Somos la
memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos
y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.”
“Un camino
de mil millas comienza con un paso.”
“La ocasión
hay que crearla, no esperar a que llegue.”
“Los ángeles
lo llaman placer divino; los demonios, sufrimiento infernal; los hombres,
amor.”
“A veces la
vida te pegará en la cabeza con un ladrillo. Pero no pierdas la fe.”
“Hay que
vivir como se piensa, si no se acaba por pensar como se ha vivido.”
“Nunca es
tarde para el arrepentimiento y la reparación.”
“Aprender
sin reflexionar es malgastar la energía.”
“El valor de
un sentimiento se mide por la cantidad de sacrificio que estás preparado a
hacer por él.”
“No está en
mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi
corazón.”
“El
excusarse antes de ocasión es culparse.”
“El
requisito del éxito es la prontitud en las decisiones.”
“El
desdichado no tiene otra medicina que la esperanza.”
“Debes tener
siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.”