Historia.
En cuanto a la etimología del término
Asturias, algunos autores creen que su origen se haya en el nombre del río
Astura (hoy río Esla), cuyos ribereños fueron llamados astures por los autores
romanos.
El Reino de Asturias (en latín: Regnum
Asturorum) fue la primera entidad política cristiana establecida en la
Península Ibérica después del colapso del reino visigodo de Toledo tras la
desaparición del rey Rodrigo en la batalla de Guadalete y la subsiguiente
invasión musulmana. En sus primeras décadas, la extensión territorial del Reino
de Asturias se limitó los territorios de la Cornisa Cantábrica y sus comarcas
adyacentes. Con posterioridad, los reyes asturianos iniciaron una vigorosa
expansión que a principios del siglo X alcanzó el río Duero.
Se considera que la historia del reino se
inicia en el año 718 con el comienzo de la revuelta contra los musulmanes
encabezada por Don Pelayo. El final suele establecerse en el año 925 cuando
Fruela II de Asturias sucede a su hermano Ordoño II y une sus territorios al
Reino de León. El Reino de Asturias es el precedente histórico de la Corona de
Castilla y del Reino de Portugal y tradicionalmente ha sido considerado el
embrión de España
Prehistoria.
Paleolítico.
Asturias fue ocupada por grupos humanos
desde el Paleolítico Inferior (hace 100.000 años) en un periodo comprendido
entre el Achelense y el Musteriense. Existen pinturas rupestres que datan de
hace 30.000 años y corresponden a las culturas Solutrense, Magdaleniense y
Auriñaciense pertenecientes al Paleolítico Superior y propias tanto de los
pueblos de la Cordillera Cantábrica como del sur de Francia.
Por medio de los yacimientos conocidos
hasta el momento, se cree que primeros pobladores de Asturias se instalaron en
el litoral cantábrico y en los valles ribereños: cuevas del Pindal
(Ribadedeva), de Posada, de Tito Bustillo (Ribadesella), del Buxu (Cangas de
Onís), de San Román de Candamo (Candamo) y la de la Covaciella (Cabrales).
Mesolítico: Cultura Asturiense.
En el Mesolítico se desarrolló una
cultural original, el Asturiense, propia del oriente de Asturias y el occidente
de Cantabria. Estos asentamientos se encuentran en bocas de cuevas próximas al
mar o bajo abrigos, generalmente próximos a la costa, aunque también en
montañas cantábricas del interior.
Neolítico.
Del Neolítico asturiano quedan pruebas
como los treinta dólmenes de la necrópolis prehistórica del Monte Areo, entre
Carreño y Gijón de 5.000 años de antigüedad, así como túmulos o el Ídolo de
Peña Tú (Llanes). En algún momento las anteriores culturas abandonaron las
cuevas y dominaron la agricultura y la ganadería.
Según Avieno, en su descripción de las
costas del occidente europeo, fueron los Oestrímnios el pueblo que habitaron en
un principio el norte peninsular y la costa atlántica hasta Bretaña. Serían los
descendientes de unos primeros habitantes que serían un pueblo preindoeuropeo y
otro indoeuropeo no celta. Éstos fueron desplazados por otros que formaban el
Ofiusa (nombre que recibía todo el norte peninsular): Cempsos, Sejes, Ligus y
Draganos. De éstos, los draganos ocuparían la actual Asturias y serían el
pueblo de origen celta que la invadió.
Protohistoria.
El periodo entre el abandono de las
cuevas hasta casi la romanización es bastante desconocido. Los autores griegos
o latinos hablan de tribus bárbaras y aguerridas que vivían en las selvas y
montañas. Escritores romanos como Plinio el Viejo y Pomponio Mela y griegos
como Estrabón hablan de dos tribus principales separadas por la Cordillera
Cantábrica: los astures augustanos con capital en Asturica (la actual Astorga)
cuyos dominios llegaban hasta el Duero, y los astures transmontanos que se
extendían entre el río Sella y el Navia. No obstante, hoy se entiende que estas
divisiones son producto de la practicidad romana a la hora de establecer
sistemas administrativos y policiales, y no como muestra de identidades
precisas indígenas.
Existe también constancia escrita de las
duras luchas mantenidas entre astures y cántabros a lo largo del cauce del Sella
[cita requerida]. Así como de la rudeza y bravura de ambos pueblos y su
resistencia a ser dominados por los romanos.
A este periodo pertenecen muestras de la
presencia humana en Asturias como son los castros. Entre ellos, el castro de
Coaña es un poblado astur construido a comienzos de nuestra era cerca de la
capital del concejo de Coaña. Perdió importancia a partir del siglo III y se le
ha relacionado con las explotaciones auríferas en el Navia. Otros castros
destacados son el de Pendía (Boal), el Chao Sanmartín (Grandas de Salime), San
Chuis (Allande), Os Castros (Taramundi); Cabo Blanco (El Franco), La Sobia y La
Cogollina (Teverga), la Campa Torres (Gijón), Caravia.. y así hasta una cifra
en torno a los 300.
Romanización.
A finales del siglo I a. C. los romanos
tenían la necesidad de terminar la conquista de toda la Península Ibérica. En
ese momento sólo los pueblos del norte: Astures y Cántabros no estaban bajo el
yugo romano. La motivación principal del interés imperial por esta región era
el oro del subsuelo del área noroccidental peninsular, conocido para los
romanos por la expedición contra Gallaecia de Bruto; también el joven emperador
Augusto necesitaba de alguna victoria que glorificase su posición. En el año 29
a. C. se unen los vacceos, astures y cántabros en su lucha contra los romanos,
y estos concentraron todo su poder militar en el norte peninsular. César
Augusto tuvo que ponerse personalmente al frente de sus tropas.
Sin embargo, esta victoria no supuso el
final de la resistencia astur. En efecto, los romanos tuvieron que enfrentarse
con sucesivas rebeliones que periódicamente surgían a causa del trato recibido
por el invasor o del levantamiento de impuestos. Así pues, hubo varias
rebeliones en el 24 a. C., 22 a. C. y una última en el 19 a. C. que fue la más
duramente represaliada. Augusto con el deseo de una rápida pacificación le dejó
el mando de sus tropas a su mejor estratega: Agripa.
Monarquía visigoda.
La caída y desmembración del Imperio
romano, que no pareció haber ejercido mucha influencia en el territorio astur,
se produce en el siglo V. En el siglo VI, la invasión de la Península por los
visigodos y suevos es rechazada por los astures romanizados, manteniéndose por
consiguiente al margen de la influencia cultural germánica.
Entre el siglo V y el VIII se instaló en
Asturias el cristianismo primitivo.
Citas Célebres:
“La
democracia es el peor de los regímenes, excluidos todos los demás.”
“Si las cosas cambiaran bastante más deprisa, nunca
habría revolución. Un conservador inteligente es siempre un reformador.”
“Al comienzo fueron vicios, hoy son costumbres.”
“No aprendemos gracias a la escuela, sino gracias a
la vida.”
“La mujer cuanto más pequeñita mejor.”
"Los viejos desconfían de la juventud porque
han sido jóvenes." .
“El descontento es el primer paso en el progreso de
un hombre o una nación.”
“Las
democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quiénes las
gobiernan.”
"Todos los pueblos hostiles a la familia han
terminado, tarde o temprano, por un empobrecimiento del alma."
“La grandeza no se enseña ni se adquiere:
es la expresión del espíritu de un hombre hecho por Dios.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario