jueves, 14 de mayo de 2015

HISTORIA SIGLO VIII

Historia.
En cuanto a la etimología del término Asturias, algunos autores creen que su origen se haya en el nombre del río Astura (hoy río Esla), cuyos ribereños fueron llamados astures por los autores romanos.
El Reino de Asturias (en latín: Regnum Asturorum) fue la primera entidad política cristiana establecida en la Península Ibérica después del colapso del reino visigodo de Toledo tras la desaparición del rey Rodrigo en la batalla de Guadalete y la subsiguiente invasión musulmana. En sus primeras décadas, la extensión territorial del Reino de Asturias se limitó los territorios de la Cornisa Cantábrica y sus comarcas adyacentes. Con posterioridad, los reyes asturianos iniciaron una vigorosa expansión que a principios del siglo X alcanzó el río Duero.
Se considera que la historia del reino se inicia en el año 718 con el comienzo de la revuelta contra los musulmanes encabezada por Don Pelayo. El final suele establecerse en el año 925 cuando Fruela II de Asturias sucede a su hermano Ordoño II y une sus territorios al Reino de León. El Reino de Asturias es el precedente histórico de la Corona de Castilla y del Reino de Portugal y tradicionalmente ha sido considerado el embrión de España
Prehistoria.
Paleolítico.
Asturias fue ocupada por grupos humanos desde el Paleolítico Inferior (hace 100.000 años) en un periodo comprendido entre el Achelense y el Musteriense. Existen pinturas rupestres que datan de hace 30.000 años y corresponden a las culturas Solutrense, Magdaleniense y Auriñaciense pertenecientes al Paleolítico Superior y propias tanto de los pueblos de la Cordillera Cantábrica como del sur de Francia.
Por medio de los yacimientos conocidos hasta el momento, se cree que primeros pobladores de Asturias se instalaron en el litoral cantábrico y en los valles ribereños: cuevas del Pindal (Ribadedeva), de Posada, de Tito Bustillo (Ribadesella), del Buxu (Cangas de Onís), de San Román de Candamo (Candamo) y la de la Covaciella (Cabrales).
Mesolítico: Cultura Asturiense.
En el Mesolítico se desarrolló una cultural original, el Asturiense, propia del oriente de Asturias y el occidente de Cantabria. Estos asentamientos se encuentran en bocas de cuevas próximas al mar o bajo abrigos, generalmente próximos a la costa, aunque también en montañas cantábricas del interior.
Neolítico.
Del Neolítico asturiano quedan pruebas como los treinta dólmenes de la necrópolis prehistórica del Monte Areo, entre Carreño y Gijón de 5.000 años de antigüedad, así como túmulos o el Ídolo de Peña Tú (Llanes). En algún momento las anteriores culturas abandonaron las cuevas y dominaron la agricultura y la ganadería.
Según Avieno, en su descripción de las costas del occidente europeo, fueron los Oestrímnios el pueblo que habitaron en un principio el norte peninsular y la costa atlántica hasta Bretaña. Serían los descendientes de unos primeros habitantes que serían un pueblo preindoeuropeo y otro indoeuropeo no celta. Éstos fueron desplazados por otros que formaban el Ofiusa (nombre que recibía todo el norte peninsular): Cempsos, Sejes, Ligus y Draganos. De éstos, los draganos ocuparían la actual Asturias y serían el pueblo de origen celta que la invadió.
Protohistoria.
El periodo entre el abandono de las cuevas hasta casi la romanización es bastante desconocido. Los autores griegos o latinos hablan de tribus bárbaras y aguerridas que vivían en las selvas y montañas. Escritores romanos como Plinio el Viejo y Pomponio Mela y griegos como Estrabón hablan de dos tribus principales separadas por la Cordillera Cantábrica: los astures augustanos con capital en Asturica (la actual Astorga) cuyos dominios llegaban hasta el Duero, y los astures transmontanos que se extendían entre el río Sella y el Navia. No obstante, hoy se entiende que estas divisiones son producto de la practicidad romana a la hora de establecer sistemas administrativos y policiales, y no como muestra de identidades precisas indígenas.
Existe también constancia escrita de las duras luchas mantenidas entre astures y cántabros a lo largo del cauce del Sella [cita requerida]. Así como de la rudeza y bravura de ambos pueblos y su resistencia a ser dominados por los romanos.
A este periodo pertenecen muestras de la presencia humana en Asturias como son los castros. Entre ellos, el castro de Coaña es un poblado astur construido a comienzos de nuestra era cerca de la capital del concejo de Coaña. Perdió importancia a partir del siglo III y se le ha relacionado con las explotaciones auríferas en el Navia. Otros castros destacados son el de Pendía (Boal), el Chao Sanmartín (Grandas de Salime), San Chuis (Allande), Os Castros (Taramundi); Cabo Blanco (El Franco), La Sobia y La Cogollina (Teverga), la Campa Torres (Gijón), Caravia.. y así hasta una cifra en torno a los 300.
Romanización.
A finales del siglo I a. C. los romanos tenían la necesidad de terminar la conquista de toda la Península Ibérica. En ese momento sólo los pueblos del norte: Astures y Cántabros no estaban bajo el yugo romano. La motivación principal del interés imperial por esta región era el oro del subsuelo del área noroccidental peninsular, conocido para los romanos por la expedición contra Gallaecia de Bruto; también el joven emperador Augusto necesitaba de alguna victoria que glorificase su posición. En el año 29 a. C. se unen los vacceos, astures y cántabros en su lucha contra los romanos, y estos concentraron todo su poder militar en el norte peninsular. César Augusto tuvo que ponerse personalmente al frente de sus tropas.
Siempre según las fuentes grecolatinas, en el año 25 a. C. los astures cruzaron los montes de la Cornisa Cantábrica y acamparon en el río Astura (río Esla). Dividiendo sus fuerzas en tres columnas pretendían atacar a otros tantos campamentos romanos. De no haber sido por la traición de la ciudad de Brigaecium que avisó a los romanos dándoles tiempo a reorganizarse y rechazar el ataque, los astures hubieran arrasado las tropas del general Publio Carisio. Tras sufrir esta derrota, los astures se refugiaron en el oppidum de Lancia que fue atacada y ocupada por el legado de Lusitania.
Sin embargo, esta victoria no supuso el final de la resistencia astur. En efecto, los romanos tuvieron que enfrentarse con sucesivas rebeliones que periódicamente surgían a causa del trato recibido por el invasor o del levantamiento de impuestos. Así pues, hubo varias rebeliones en el 24 a. C., 22 a. C. y una última en el 19 a. C. que fue la más duramente represaliada. Augusto con el deseo de una rápida pacificación le dejó el mando de sus tropas a su mejor estratega: Agripa.
Monarquía visigoda.
La caída y desmembración del Imperio romano, que no pareció haber ejercido mucha influencia en el territorio astur, se produce en el siglo V. En el siglo VI, la invasión de la Península por los visigodos y suevos es rechazada por los astures romanizados, manteniéndose por consiguiente al margen de la influencia cultural germánica.
Entre el siglo V y el VIII se instaló en Asturias el cristianismo primitivo.

Citas Célebres:
“La democracia es el peor de los regímenes, excluidos todos los demás.” 
“Si las cosas cambiaran bastante más deprisa, nunca habría revolución. Un conservador inteligente es siempre un reformador.”
“Al comienzo fueron vicios, hoy son costumbres.”
“No aprendemos gracias a la escuela, sino gracias a la vida.”
“La mujer cuanto más pequeñita mejor.”
"Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes."  .
“El descontento es el primer paso en el progreso de un hombre o una nación.” 
“Las democracias observan más cuidadosamente las manos que las mentes de quiénes las gobiernan.” 
"Todos los pueblos hostiles a la familia han terminado, tarde o temprano, por un empobrecimiento del alma." 
“La grandeza no se enseña ni se adquiere: es la expresión del espíritu de un hombre hecho por Dios.”

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