miércoles, 28 de octubre de 2015

CONCEJOS ASTURIANOS: CONCEJO DE CARAVIA

Caravia es un Concejo de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias, España.
Limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Parres, al este con Ribadesella y al oeste con Colunga. La zona sur del concejo forma, junto a los concejos anteriores y el de Piloña, el Paraje Natural de la Sierra del Sueve.

Desde 2006, junto con los municipios de Parres y Piloña forma la Mancomunidad de la Comarca del Sueve. Cuenta con una población de 522 habitantes (INE, 2011).
Historia.
Prehistoria.
Los vestigios humanos más antiguos encontrados en Caravia corresponden al periodo Paleolítico, periodo en el que se empezó a trabajar la piedra. De esta época son Los Abrigos de "Les Vaques" y el de "La Pongueta", situados en las proximidades de la localidad de Duyos. Próximos a un curso de agua y bajo un escarpe rocoso en el que el hombre del paleolítico encontró cobijo.
En las proximidades de la Playa de la Beciella, a la desembocadura del río de Los Romeros se alza el túmulo dolménico de la Beciella, de grandes dimensiones. A escasa distancia de éste se encuentra la Necrópolis de la Tuerba, formada por tres túmulos ubicados en la rasa litoral.
Las primeras excavaciones realizadas en el Picu el Castru, son llevadas a cabo el 22 de agosto de 1917, por Aurelio de Llano, encontrando en el primer corte de terreno una fortificación prehistórica, localizada a 380 m de altitud y a solo dos kilómetros del mar. Esta fortificación tenía 225 m de perímetro.
Desde este castro se divisaba el mar y la montaña, siendo el lugar de vigilancia de la zona de Caravia y Colunga. Se accedía a él por medio de una rampa en zig-zag y en su interior se distribuían las chozas de planta rectangular de 4 por 3 m, separados unas de otras por unos 90 cm.
En el castro de Caravia, según relata Aurelio de Llano en "El Libro de Caravia" se encontraron junto con las herramientas de trabajo y de utensilios domésticos, los adornos femeninos: fíbulas de bronce y de hierro, pendientes y cuentas de collares. Es de destacar la fíbula de bronce que representa un caballito, decorada con líneas de puntos en bajorrelieve. Según Aurelio de Llano el castro se remonta a la Edad del Bronce (2500 a 900 a. C.). Todas las piezas procedentes de la excavación se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico de Asturias.
Época romana.
Del periodo romano solo existe en Caravia una única pieza aunque de gran importancia, conocida como La Estela de Duesos. La Estela fue descubierta en el exterior de la iglesia de Duesos y está tallada en un bloque de cuarcita. Es frecuente la existencia de estas piezas próximas a iglesias cristianas o bien empotradas en la fábrica de las mismas debido a la cristianización de lugares de culto pagano.
Es un fragmento de estela anepigráfico y decorado por sus cuatro caras. La decoración se divide en registros, y la cabecera se reserva, para uno o varios motivos astrales. El más repetido es la esvástica múltiple de radios curvos. Se relaciona con el grupo de estelas romanas pero mantiene tradiciones indígenas astures. Entre los materiales extraídos del castro existen ejemplos de decoración similar a la estela.

Citas Célebres:
“Es humano cometer pecados; diabólico, persistir en ellos; cristiano, odiarlos; divino, perdonarlos.” 
“Poner el remiendo junto al agujero nunca es la mejor solución.” 
"Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad."
"La esperanza es la fuerza de la revolución."
“La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido.”
“Sólo el amor puede ayudar a vivir.” 
“Siempre que haya un vacío en tu vida, llénalo de amor.” 
“El sueño es independencia.” 
“El mundo está lleno de sufrimiento pero también de superación del mismo.” 
"Sólo el hombre obstaculiza la felicidad, destruyendo lo que en realidad pudiera ser."
“La vida pasa y no se detiene una hora.” 
“La felicidad recupera en altura lo que le falta en longitud.” 
"Entre dos explicaciones, elige la más clara; entre dos formas, la más elemental; entre dos expresiones, la más breve."
“Se vive sin pensar, porque sólo se piensa en vivir. Cada uno quiere vivir lo mejor posible, que es el modo de vivir todos muy malamente.” 
“No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.” 

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