sábado, 6 de febrero de 2016

CONCEJOS ASTURIANOS: CONCEJO DE LLANES

Llanes es un concejo de la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias, situado en el norte de España. Limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Onís, Cabrales, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja, al este con Ribadedeva y al oeste con Cangas de Onís y Ribadesella. Se extiende cerca de 30 km a lo largo de la costa en el extremo oriental de la región. Cuenta con una población de 13 893 habitantes (INE, 2012).
Historia.
Prehistoria.
La presencia humana en este territorio se remonta a la época del Paleolítico Inferior, de la que se tiene constancia de una serie de restos líticos aparecidos en La Riera y en la cueva de Balmori y restos del periodo Medio como los de la cueva de Arnero o del Superior como los hallados en las cuevas del Cueto de la Mina. Se puede decir que en el concejo de Llanes están representadas todas las etapas de nuestra prehistoria. De la época magdaleniense hay restos en las cuevas de: La Ribera, Balmori, etc. De la edad de hierro hay escasez de restos, así como de la época prerromana y romana donde no aparecen restos de castros, aunque sí han llegado otras muestras como una lápida dedicada a la diosa Manes.
Edades media y moderna.
En la Edad Media, estas tierras eran llamadas tierras del Aguilar (y la villa de Llanes Puebla de Aguilar), su centro administrativo estaba en el castillo de Soberrón, situado en la sierra del Cuera, donde aún afloran sus restos, La ordenación del territorio está repartida entre las instituciones religiosas, así el monasterio de San Salvador de Celorio del siglo XII y la nobleza local como don Alfonso Suárez y doña Cristilde figuran al frente de un gran patrimonio. Alfonso IX concede posiblemente en 1225 la carta puebla a Llanes como un modo de potenciar las defensas de estas tierras. Más tarde Alfonso X el Sabio concede nuevo fuero a la villa. Todo el núcleo estaba rodeado por una muralla lo que indica su carácter defensivo. Dicha muralla, iniciada por Alfonso X, se termina en el siglo XV. Este núcleo se consolida rápidamente entre los siglos XIII y XIV, donde ya tenía entre 1.000 y 1.500 habitantes trasladándose a Llanes las funciones administrativas y militares. Alfonso XI les concede el privilegio de hacer dos ferias anuales, también este rey les concede su propio alfolí de la sal, ya que Llanes por estas fechas tenia un pujante puerto. Sus naves llaniscas llegaban a los puertos andaluces, portugueses, franceses, flamencos o ingleses. Este privilegio fue rescindido por los Reyes Católicos en 1493. En esta época en el termino concejil de Llanes su ganadería y agricultura era un pilar muy básico en su economía.
En los siglos XIII y XIV, este concejo mantendría relaciones de hermandad con León y Castilla como un modo de defensa hacia los abusos de la nobleza, ya que esta villa pasaría por distintas manos, así Enrique II la pasaría a su hijo bastardo don Alfonso, conde de Noreña. Después de varias disputas entre el conde y la corona, éste es vencido y el concejo de Llanes recupera su condición de concejo de realengo.
En el siglo XV, Juan II donó esta villa y la de Ribadesella a don Diego Fernández de Quiñónez, en compensación por la confiscación de otras villas suyas, esta familia sería expulsada de Asturias por el futuro rey Enrique IV debido a sus disputas constantes con la corona, incorporándose de nuevo al realengo con los Reyes Católicos en 1490. En estas fechas Llanes, sufrió dos grandes incendios.
En los siglos XVI y XVII, destaca la gran influencia del monasterio benedictino de Celorio y del gran florecimiento de la actividad pesquera y comercial que vivió el puerto llanisco.
En el siglo XVIII, la economía de la villa empezó un declinar, en parte debido a las continuas guerras y por la institución de la matrícula para la Real Armada que se llevaba a la gente del mar, para servir en la Armada Real.
 Siglo XIX en adelante.
En el siglo XIX, con la Guerra de la Independencia las tropas francesas entraron en Llanes y las hostilidades comenzaron enseguida estando al mando de las tropas llaniscas don Blas de Posada. En 1809 las tropas francesas entraron en Llanes quemando su archivo y el palacio de los duques de Estrada. Llanes fue cayendo varias veces en poder francés durante este siglo, destacando la batalla del río Purón. El trienio liberal trajo que algunas parroquias se constituyeran como ayuntamiento independiente. A mediados de este siglo hay que destacar la gran emigración llanisca a Ultramar. El final de este siglo nos deja la realización de varias obras como el paseo de San Pedro (construido en 1847), el hospital municipal, el mercado cubierto, etc.

En el siglo XX, la actividad industrial era escasa. Durante la Guerra Civil española, se libraron importantes batallas en las cumbres de los montes llaniscos. Las tropas republicanas fueron derrotadas y el concejo mayoritariamente de derechas queda en manos de Franco.

 Citas Célebres:
“La mentira se desvanece; la verdad triunfa al fin y permanece.” 
“Te dicen descuidado por que están acostumbrados a los jardines, no a la selva.” 
"Entre dos hombres iguales en fuerza, el más fuerte es el que tiene razón.” 
“Lo bueno no es bueno cuando se espera algo mejor.” 
“Deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar.”
"El amor perjudica los delirios del gozo más de lo que favorece.” 
“Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder.” 
“Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país.” 
“Temen algunas mujeres la soledad de la viudez. No supieron ver que su vida tampoco fue descifrada por el marido. Y que la verdadera serenidad viene casi siempre del monólogo.” 
“La claridad es el barniz de los maestros.” 
“Lo que más irrita a los orgullosos es el orgullo de los demás.” 
“Si te propones mandar algún día con dignidad, debes servir con diligencia.” 
“En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche viene una aurora sonriente.” 
“Sueña al soñar; pero, al obrar, afirma los pies en el suelo. Y, con todo, nunca conviene entretener sueños desproporcionados e irrealizables.” 
“Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados.”

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