El cuélebre, culebre o serpe son los nombres dados a una
criatura legendaria, perteneciente a las mitologías asturiana, cántabra y
gallega, la cual es descrita como un ser con forma de dragón, similar a una
serpiente alada.
Descripción.
La tradición lo describe de la siguiente forma: Sus ojos son
ascuas incandescentes, todo su cuerpo está recubierto de escamas y de su
espalda crecen unas alas de murciélago.
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Se cuenta que una de sus principales funciones es la de
vigilar tesoros. En la mitología astur son frecuentes las referencias a estos
tesoros ocultos (ayalgues en asturiano), que por lo común consisten en piezas
de oro de gran valor. Para su búsqueda (la guetal'ayalga) hay unas guías
llamadas lliendas (lendas en gallego) que describen los lugares en los que se
cree que se encuentran.
Se dice que el cuélebre suele ser molesto para los hombres
que viven cerca de su escondite, que puede ser un bosque, una cueva o una
fuente, ya que emite silbidos terribles y tiene por costumbre alimentarse de
seres humanos, tanto vivos como muertos. Para evitar que esto suceda se le
suele entregar alimentos como boroña.
El punto débil del Cuélebre sería la garganta, ya que el
resto del cuerpo estaría cubierto por unas duras escamas que lo volverían
prácticamente invulnerable. Al hacerse viejos, se cree que se irían al fondo
del mar a cuidar sus tesoros y descansar.
Leyendas.
Hay muchas historias en las que se narra como los campesinos
logran vencerlo mediante engaños y así se ven libres de tener que alimentarlo,
como por ejemplo la que cuenta que unos monjes, cansados de tener que darle de
comer para evitar que se llevara los cadáveres del convento decidieron darle un
pan con alfileres que le causó la muerte.
En el pasado el culebre exigía cada cierto tiempo una
doncella virgen para devorarla a cambio de no desatar su furia sobre las
gentes. Así era hasta que una de las doncellas que iba a ser sacrificada invocó
al apóstol Santiago. Este se enfrentó a la bestia y el Culebre herido en el
pecho, se comenzó a retorcer, soltó una nube de azufre por la boca y herido y
humillado, regresó a su cueva no volviendo nunca a pedir tributo a la gente.
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Ramón Sordo Sotres recoge una leyenda de Valle Baju donde
los nuberos entran en las torcas para extraerles sangre a los cuélebres. Otra
historia similar de Cabrales habla de unos misteriosos personajes llamados
gurmantes que entraron en una torca a capturar un cuélebre, avisando a la gente
que recogiera el ganado, pues iban a provocar una tormenta de granizo.
Finalmente consiguen atrapar al cuélebre atándolo con los cordones de los
zapatos. Estos mismos personajes, llamados también grumantes, aparecen en un
relato recogido por Álvarez Peña en Piloña. Se los describe como unos paisanos
vestidos de negro que llevaban unos libros de conjuros con los que podían
conjurar tormentas. La semejanza entre los relatos, y las carácterísticas que
se le dan a estos personajes, los relacionan con los nuberus de la versión de
Valle Baju.El cuélebre; la serpiente con
alas de murciélago, escama impenetrable y cola enorme, que se agazapa en el
bosque, en la fuente, en la espelunca, y llena los espacios de su silbo y
devora ganados y personas... La que custodia las xanas y protege los tesoros;
la que sólo se rinde a la fatiga en la noche de San Juan, cuando los paladines
de ventura quiebran los encantamientos y encuentran de una vez, y en grado sumo,
la fortuna, el amor, y la belleza.El cuélebre envejece con los
siglos, y entonces las escamas se le crecen, y los ríos le rechazan, y se niega
la tierra a soportarlo. No le queda otro remedio que sepultarse en su mar, que
se nombra 'mar tapada' porque se desparrama bajo el suelo. En el fondo de este
mar hay un vivero inmenso de diamantes.... Y los hombres, se cogen los
diamantes con un trozo de carne y una cuerda; los diamantes se pegan a la carne
cuando toca en el abismo y suben cuando ella sube, si consigue salvarse de los
cuélebres.
Citas célebres.
“No anticipéis las tribulaciones ni temáis lo
que seguramente no os puede suceder. Vivid siempre en un ambiente de optimismo.”
“La disciplina es la parte más importante del
éxito.”
“En este mundo, hace falta sólo ser un poco
bueno para serlo bastante.”
“Los resultados de los cambios políticos rara
vez son aquellos que sus amigos esperan o que sus enemigos temen.”
“Jamás en la vida encontraréis ternura mejor,
más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de vuestra madre.”
“El elector goza del sagrado privilegio de
votar por un candidato que eligieron otros.”
“Las personas felices no tienen
historia.”
“No está la felicidad en vivir, sino en saber
vivir.”
"Quien habla mucho poco piensa."
“Nunca resisto la tentación, porque he
descubierto que lo que es malo para mí no me tienta.”
“El arte de agradar es el arte de engañar.”
"La verdad jamás daña a una causa que es
justa."
“Señal es de hombre superior el no aceptar una
ociosidad perniciosa.”
“Quien volviendo a hacer el camino viejo
aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.”
"Es un gran error creerse más de lo que
uno es, o menos de lo que uno vale."
"El mundo es de quien nace para
conquistarlo y no de quien sueña que puede conquistarlo."
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